Traer la atención al momento presente tiene muchos beneficios, pero no siempre es fácil… A menudo es un ejercicio mental riguroso. Porque la mente oscila entre recuerdos del pasado, proyecciones del futuro o circunstancias del momento («…mira esa mosca que pasa…»).
Entrenar la mente requiere voluntad y disciplina.
Date esa posibilidad, date ese tiempo sin juzgarte cuando no sale bien.
Y cuando estés ahí, aunque sea por unos segundos, ¡disfrútalo!
Llevar la atención al momento presente no es exclusivo de la práctica de yoga y meditación, cualquier disciplina requiere ese enfoque y concentración. De hecho, cualquier acción requiere mantener la atención en el momento presente, para poder ser ejecutada con eficacia. Desde una acción complicada que necesite entrenamiento hasta una acción simple como comer, se experimentará plenamente sólo si la mente está enfocada en la acción misma.
Durante la práctica de yoga, el instructor utiliza diferentes herramientas y enfoques para guiar la energía mental. La ubicación de la conciencia se puede dirigir hacia la respiración o hacia alguna parte específica del cuerpo. También puede usar cualquiera de los 5 sentidos para agudizar la concentración. El foco puede estar por ejemplo en un sonido externo o interno, como un mantra mentalizado.
La mirada también sirve como herramienta, ya sea para mantener los ojos abiertos fijos en un punto concreto o cerrados para reducir uno de los sentidos.
Entrenar la mente no es sencillo, requiere constancia. Es posible que las primeras veces el alumno no pueda o no entienda qué hacer, en qué consiste exactamente el ejercicio.
Pero es así, en general los ejercicios guiados son sencillos. Pero la mente no quiere simple… quiere saltar, quiere estímulos. Entonces parece que cuando el practicante trata de calmarse, su mente se vuelve más agitada aun, se vuelve más rebelde. Grita: ¡dame estímulos, no me dejes aquí con un solo foco! Y si el practicante hace un esfuerzo y controla la concentración, enfocándose cada vez más… entonces su mente hace aparecer una picazón, o dolor, o hambre, etc.
Las primeras prácticas no siempre son agradables. Parece que la cabeza tiene dentro una discoteca con música fuerte y mucha gente bailando y gritando. Y por fuera la persona se ve tan tranquila…
No digo que siempre sea así, para algunos practicantes calmar la mente enfocándose en una cosa sola (o estando presente en el momento) es natural. Solo te digo que puede ser un desafío y te pido que persistas y sigas practicando.
Para algunas personas puede ser más difícil entrenar la mente que el cuerpo. Nadie espera un gran cambio en el cuerpo la primera vez que entrena (sea cual sea la disciplina), y lo mismo ocurre con la mente. Estos son pequeños pasos, pequeños logros. Tenes ganas de entrenar tu mente, con paciencia, cariño y perseverancia?
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